Zilema


Debo admitir que los proyectos de Jorge I. Sanders nunca me han cautivado. Claro, el look stylish me encanta y admiro su energía, pero qué demonios está contando? Sin embargo, Sanders es uno de los realizadores más respetados en la Comunidad Local, no tienen idea cuanta gente me estuvieron jode y jode de por qué no lo entreviste a él para mi documental. Hace unas semanas, Abraham Sánchez me comenta que el nuevo mediometraje de Sanders es muy diferente a lo que ha hecho, sobre todo menciono el detalle de que ya hay una historia de por medio. Esto me llamo mucho la atención.

Todos conocemos la historia tras este mediometraje; “Zilema” se hizo exclusivamente para meterlo al UABC Filme festival, se grabo en una semana, se mando y fue rechazado, solo para enterarnos el mero día del Festival que si lo mostraron. El proyecto se hizo muy popular por medio de facebook cuando fue originalmente rechazado, Sergio Valdez, protagonista del proyecto, lo llamo “El Proyecto vetado del Festival”, y esto nos llamó la atención a todos.

Después de haberlo visto créanme que mi percepción de Jorge ha cambiado, aunque aun aplica las mismas normas de sus previos trabajos.

Al igual que sus otros proyectos, este depende mucho de su estilo visual, el cual no es stylish, pero sigue siendo muy llamativo ya que se grabó con la recientemente popular Canon D7, la cual te da un campo de profundad de una cámara de 35mm (Para darse una idea vean este teaser de la serie web de Sergio Valdez y se darán una idea de cómo el proyecto está grabado). A mí en lo personal me gusta mucho estos movimientos de cámara, sobre todo después de haberlos visto en “United 93”, aunque en ese parece haber un mayor control del enfoque de la cámara. En “Zilema” la cámara es a mano, y cuando está en constante movimiento el personaje esta generalmente desenfocado. Usualmente esto molestaría (y estoy seguro que molesta en algunos casos) visualmente hablando, pero en este caso se ve fascinante.

El proyecto cuenta la historia de Marcel, un conserje obsesionado con obsequiarle una rosa a su hija, a quien lleva años sin ver. Según nos informan que lleva varios intentos con varias rosas, pero todas mueren. Después de seguir literalmente el consejo metafórico que le da el Doctor del hospital donde trabaja, comienza a regar una rosa con sangre que se roba del hospital, y que creen? Comienza a florecer como ninguna otra lo había hecho. El problema surge cuando es despedido después de que el doctor lo agarra robándose la sangre y ya deja de tener acceso. Como hacerle para que la rosa siga floreciendo? De donde conseguir la sangre? El Doctor le da unos tips de cómo se saque su propia sangre sin causar, supongo, daños severos, pero no se atreve. Es aquí cuando este decide matar a gente y colectar su sangre.

Esta es una muy, muy, muy buena historia, interesante, y al final viene siendo algo macabra. Mi escena favorita es cuando vemos a Marcel en el hospital, haciendo su rutina diaria. Sanders lo sigue paso a paso, detalle a detalle, y las tomas me recordaron un poco a “Elephant” de Gus Van Sant. Pero saben? Esto me deja pensando.

Debo admitir que grandísima parte del encanto de esta escena mencionada de arriba es la cámara que se usa, hace que se vea extraordinario, y para nosotros, que siempre hemos trabajado en video, ver esto nos motiva y nos hipnotiza, pero que hay del espectador común que no sabe nada de cine? Están acostumbrados a ver proyectos de 35mm toda su vida, ver uno más no lo hace ni mas motivador ni mas hipnótico. Digo esto porque, como mencione en mi reseña del evento, lleve a un amigo que no tiene nada que ver con el cine, y me dijo que le aburrió tanto que hasta a la rosa detestó. Acaso Sanders quedó tan endiosado con el look de la Canon 7D que perdió la perspectiva mostrándonos las escenas por un largo tiempo solo por el amor al campo de profundidad? Si es así no sería el único que lo ha hecho ya que son varios cineastas que se enamoran tanto de sus tomas que las dejan puestas en la pantalla por un largo rato sin necesidad. Curiosamente, hablando con Alfredo Reynoso después del evento mencioné mis dudas sobre la larga duración del proyecto, y estuvo de acuerdo.

Pero saben? “Elephant” también tiene tomas con una larguísima duración, y es un proyecto que fue mundialmente halabado. Aunque bueno, la duración en ese proyecto es para darle un toque emotivo al filme, y en “Zilema”, pues, realmente no sentí empatía, o lastima, o siquiera miedo.

Pero bueno, si los primeros 20 minutos son lentos créanme que el ritmo se acelera un poco en los últimos diez cuando Marcel se atraviesa con una persona bastante rara, y después e regar la rosa con su sangre comienzan a pasar cosas raras, muy, muy raras.

Sanders finalmente está contando algo que igual y nosotros como espectadores podemos entender si no es que nos podemos identificar. La rosa puede representar muchas cosas, puede ser un detalle que se convierte en obsesión, puede ser un regalo que cuidamos tanto hasta que supera a la persona a la que se la queremos dar, puede ser algo hermoso que se convierte en algo aterrador si lo criamos de una manera errónea. Hay un momento en el que la raíz de la rosa muerde a Marcel, lo cual es en cierta forma común, cuantas veces los padres irresponsables son lastimados por aquellos que criaron en base a abusos y violencia. Es una fascinante metáfora, y es un fascinante proyecto. Al fin Sanders muestra los sentimientos de uno de sus personajes, no los explora, pero aunque sea los muestra.

Nota: Mencioné que en el Vampiroscopio el corto no se escuchaba bien. Ahora lo vi en la comodidad de la casa de mi hermano Marco, y aun no se escuchaba bien. Se justifica un poco el hecho de que se hizo en una semana de manera exprés, pero ahora que el Festival paso debería de retomar y corregir este detalle, el proyecto lo vale.

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